Salud Pública inicia en Ojós el primer tratamiento piloto contra la mosca negra en la Región

La presencia masiva de este insecto en la zona causa molestias a los vecinos de la Vega Media del Segura por su insistencia en revolotear sobre la cara y meterse por oídos, boca y nariz

El Servicio de Sanidad Ambiental, dependiente de la Dirección General de Salud Pública y Adicciones de la Consejería de Salud, colabora con el Ayuntamiento de Ojós en el primer tratamiento contra la mosca negra en la Región, donde se ha localizado este insecto de forma masiva.

Los técnicos de la Consejería han propiciado además el asesoramiento de un experto mundial en este tipo de procedimientos, el doctor alemán Heiko Kotter, quien se ha trasladado a la localidad para velar por el buen desarrollo de estos trabajos.

El Ayuntamiento de Ojós ha decidido poner coto a este molesto insecto recabando el apoyo de la Consejería de Salud, que ha realizado un estudio de densidad de larvas en el río y ha identificado la especie, con la ayuda del Centro de Investigación Biomédica de La Rioja.

El abordaje de este problema se va a resolver mediante biolarvicidas experimentados en otras zonas de España y Europa, donde la efectividad de este producto para combatir las larvas de moscas y mosquitos alcanza entre el 95 y el 100 por cien. En el caso de Ojós, esta semana se han tratado las aguas del río Segura a su paso por esta localidad para eliminar los insectos. La prueba piloto realizada el miércoles resultó un éxito, con un cien por cien de mortandad de larvas en varios kilómetros de río, sin verse afectada el resto de fauna.

La mosca negra ha proliferado desde hace unos pocos años en municipios próximos al cauce del rio Segura, generando molestias para los agricultores y para los vecinos, ya que algunas especies de este insecto pican a las personas y revolotean en grupo alrededor de la cara.

La mosca negra mide alrededor de seis milímetros. Aparece entre mayo y octubre, aunque en la Región puede permanecer más meses. Su mayor actividad se registra al atardecer y al amanecer.

Aunque la especie que se ha asentado en la zona prefiere alimentarse de los animales, su insistencia en revolotear sobre la cara y meterse por oídos, boca y nariz la hace muy molesta para la realización de actividades al aire libre.

Este sitio web utiliza cookies para facilitar y mejorar la navegación. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso. POLITICA DE COOKIES